domingo, 7 de octubre de 2012

ALFONSINA de Darío Cortes




A veces nos preguntamos cosas tales como: ¿Qué hubiera pasado si…? ¿Qué hubiera dicho tal o cual si…? ¿Cómo sería si…?
Y frente a la duda, a la suposición, nos respondemos de manera que quede segura en nuestras cabezas un tipo de respuesta verosímil, plausible, representativa de lo que hubiera sido posible. Pero el pasado es pasado y el presente es otra cosa, que no es lo que hubiera sido, sino que es lo que es.
Dentro de esta maraña, Alfonsina de Darío Cortes imagina a la poetiza Storni de una manera más carnal, menos solemne, diferente a la que se suelen recordar a esos próceres de la cultura nuestra. En general, la solemnidad en el discurso de estas características es inseparable y muy difícil de erradicar, pero en esta obra se lo trata de dejar de lado y creo que llega, finalmente a buen puerto.
En la vida cotidiana, creo que uno no se pone a pensar en los caminos que alguien, alguna vez, habría decidido tomar para evadir negativas y obtener cumplidos los deseos mas añorados. Alfonsina nos muestra casi todos los sorteos que aquella autora tuvo que afrontar, no de manera tranquila y segura. Mujer sufrida, si las hubo. Luchadora, madre soltera, menos preciada por los hombres y las mujeres de su época. Salió adelante y le puso el pecho a su propia muerte, desafiante. La obra hace lo mismo a través del recorrido de poemas como “Tu me quieres blanca”, “Voy a dormir”, “La loba” y “Hombre pequeñito”, solo para nombrar algunos.  En ese sentido, la actuación de Viviana Suraniti es destacable y provocadora, tal como lo fue Alfonsina a principio del siglo XX.
Así, en medio del uso de algunos recursos que considero pasados de moda, como las interminables enumeraciones de fechas y momentos que contextualizan de alguna manera la historia, vamos viendo una Alfonsina niña, a la mujer, a la autora, a la madre.  
El sentimiento del drama arriba del escenario casi se siente en las butacas, aunque tarda un poco en llegar. Algunos efectos luminosos no parecen del todo necesarios y restan clima. Sin embargo, son propicios para experimentar una especie de viaje en el tiempo y revivir un poco la vida de Storni. 
Alfonsina se presenta los Jueves a las 20:30 hs en el Auditorio Losada, Av. Corrientes 1551, Capital. Abajo unos links.





Actriz: Viviana Suraniti
Dramaturgia y Dirección: Darío Cortés
Asistencia de Dirección: Julián Luque
Asesoramiento literario y gestión cultural: Adrian Melo
Vestuario: Maria D´alleva
Fotografías en estudio: Ezequiel Demaestri Fotógrafo
Fotografías en vivo: Checha Amorosi
arte gráfico: Mariano Perez Cabriada
arte audiovisual: Darío Cortés y Sacha Manzur
Producción Ejecutiva: Checha Amorosi para Le Frick teatro


domingo, 23 de septiembre de 2012

EL PRIMER DOMINGO de Beatriz Mosquera


Libro: Beatriz Mosquera
Actúan: Nancy Barbero, Alicia Nieva, Ulises Puiggrós y Sergio Sánchez de Bustamante
Vestuario: Marcela Roig
Escenografía: Maite Corona, Eduardo Peñaloza
Iluminación: ViLo
Fotografía: Leandro Natale
Diseño gráfico: Mario Nieva
Prensa: OCTAVIA Comunicación y Gestión Cultural
Asistencia de dirección: Eduardo Peñaloza
Dirección: Néstor Zacco

















Oportunidades. Decisiones. Elegir nuestro destino.
¿Cuántas veces nos preguntamos por oportunidades para nuestras vidas y añoramos estar alertas para cuando estas se presenten?
Cuantas veces pensamos también en un posible aumento de sueldo, qué haríamos con él, cómo lo invertiríamos o qué nos podríamos comprar si lo obtuviéramos. También nos pueden suceder nuevas posibilidades laborales que signifiquen un salto de estatus social, un cambio de hábitos y costumbres, una baraja nueva de amigos y contactos.
Pero todo tiene su precio. Y hay que estar dispuesto a pagarlo, cualquiera sea este. Pero, en realidad, ¿estamos dispuestos a pagar y aceptar las consecuencias?
El Primer Domingo refleja esa motivación que nos acontece mientras la vida  nos pasa por nuestros ojos. Sin embargo, no todo lo que nos mueve por dentro es de la misma clase. Algunos buscan un chivo expiatorio, a otros les resulta difícil renunciar a lo que tienen (por poco o mucho que sea, es propio). Están los que ambicionan otra vida con más oportunidades y están los que no tienen precio y su conciencia tranquila es más valiosa de lo que muchos puedan ofrecer por ella.
Una propuesta cristaliza esas motivaciones para cada uno de los personajes y desnuda su más crudo ser. Y allí es cuando se pone en marcha la acción de El Primer Domingo, que llega al extremo de cada uno de los personajes.
Excelente reflejo de eso y actuación es Teresa, encarnada por Nancy Barbero. Su voz, su vestuario y postura parecen reales. Le siguen las muy buenas actuaciones  de Sergio Sánchez de Bustamante y Alicia Nieva.
La escenografía es sensata y el vestuario muy acertado. Por otro lado, la iluminación da lugar a dudas y auspicia algún vacio en el relato, en una suerte de voces en off cuando los personajes se dan un chapuzón en la pileta de una quinta. Es curioso que  no se utilice un recurso de remarque de ausencias y presencias. La escenografía también habla.
El Primer Domingo nos propone rever los momentos de la crisis de 2001 en Argentina, cuando en medio de un caos cada uno buscaba el salvavidas que lo mantenga en la superficie para no hundirse en la debacle. Aquí, se nos muestra a un adinerado queriendo sacar provecho de los sueños de progreso y mejor vida de un "eterno" trabajador. Esa posibilidad de nueva vida, ¿podrá ser el detonante que necesitamos para desnudar nuestros deseos mas encarnados?  
Se puede ver El Primer Domingo en el Teatro del Sur, una hermosa sala en Venezuela 2255, Capital Federal, los Sábados a las 20 hs y Domingos a las 18 hs.  
Abajo unos links.