miércoles, 23 de octubre de 2013

CHINA PAMPA de Ignacio Huang y Juan Francisco Dasso




Ficha técnica

Actores: Ignacio Huang, Viviana Cantín, Carlos Martín Fernández, Xiaodi Chen.
Escenografía: Susana Boitier.
Asistencia de dirección: Juan Pablo Dasso.
Texto: Ignacio Huang, Juan Francisco Dasso.
Dirección: Juan Francisco Dasso.
Prensa: Octavia Comunicación www.octaviacultura.com.ar
Sala: La Carbonera



China Pampa es una comedia liviana sobre la construcción de la identidad sobre sí mismo un ciudadano chino en el medio de un paso fronterizo de la provincia de Quinghai. Lucero (Ignacio Huang) recibe la influencia cultural de su novia argentina Lucia (Viviana Cantin), una folclorista abandonada allí, quien sabe por qué.
Lo cierto es que Lucero quiere ser argentino. Para ello, organiza una peña, se viste de gaucho y trata de cantar como gaucho. Ser argentino es sinónimo de ser gaucho, reduciendo la identidad a solo un aspecto de la historia y la sociedad argentina. Seguramente, nosotros argentinos hagamos lo mismo a la inversa.
Si bien la actuación de Huang no es la mejor de su carrera artística, su dramaturgia junto al director Juan Francisco Dasso logra abordar un tema tan viejo como la misma pampa argentina. De manera metafórica, China Pampa juega con los procesos de identificación culturales que hoy en día se manifiestan en todas partes del mundo. Particularmente en Argentina, más aun en capital y en el conurbano bonaerense, hay una enorme porción de población inmigrada desde el gigante asiático, pero sin pretensiones a la vista de adaptarse del todo al ser nacional.
Tal vez, el “ser” o “querer ser” argentino puede observarse a flor de piel en los más jóvenes chinos y descendientes, que comparten no solo las fuertes raíces tradicionales de sus antepasados sino también la socialización permanente de los pares etarios, tanto sean originarios como no. Es muy fuerte, además, la influencia que desde las redes sociales, en cualquier dirección del mundo, se recibe y se produce en constante intercambio de bienes culturales. Por esto mismo, es posible que el contacto con el origen se mantenga permanente, sin esas escansiones que hace varios años sin internet y el entorno adecuado se perdían.
A pesar de todo esto, China Pampa olvida que es representada en Argentina y que el chino hablado sin subtítulos se pierde. Por lo tanto, la obra posee partes que son difíciles de entender, a menos que se pueda seguir un poco la gesticulación. De esta manera, Xiaodi Chen podría no estar, nadie  notaria su ausencia en absoluto.
Por otro lado, Viviana Cantin y Carlos Martin Fernández tratan de asentarse en dos personajes bien concebidos, aunque la historia los lleve por caminos no muy seguros. Son víctimas de una dosificación poco administrada.

China Pampa, en definitiva, nos hace pensar un poco en lo que pasa a nuestro alrededor con aquel diferente, pasible de sentirse perdido en medio de un desierto de gente.




lunes, 14 de octubre de 2013

ENTRE TIPOS - DINASTIA de Mario Marino y Francisco Ortiz



Ficha Tecnica:
Actores: Francisco Ortiz, Matias Dinardo,
Ariel Sandez, Jeremias Cicero, Daniel Canney y
Franco Bertolucci
Direccion: Lisandro Bera
Espacio Cultural Pata de Ganso
Zelaya 3122, Buenos Aires.


Entre Tipos estreno su tercer capítulo Dinastía hace una semana en el Espacio Cultural Pata de Ganso, por la zona del Abasto. El grupo de actores, dramaturgos y directores teatrales que conforman Entre Tipos vienen realizando una especie de saga teatral con distintos formatos, como la sitcom, el vaudeville y, hasta ahora, la comedia dramática. Al parecer, en un futuro se viene la cuarta parte en formato de comedia musical.
Cada parte explora la problemática de un personaje (son cuatro protagonistas) y las situaciones  se van dando en cada momento de sus vidas con un dejo de línea temporal que conecta un capitulo con el otro.
El tercer capítulo, estrenado actualmente, se propone como comedia dramática oscura, en donde el acento esta en Federico, quien organiza el servicio fúnebre de su madre y aprovecha la situación para reencontrarse con amigos y, principalmente con su ex, Juan. Digo se propone porque, a mi parecer, como comedia carece de fuerza humorística, a pesar de contar con una seguidilla de bromas esparcidas a lo largo del relato. Además, estos gags, por lo general podrían no ser compartidos por el público fuera de cierto círculo de ambiente gay: como algunos modos de relación interpersonajes.
Aquí se oportuna un tema que este grupo teatral parece negar y que es la “temática gay”. Según su página web, descreen de los rótulos y de la estereotipaciòn sexual y de género, proponiendo en cambio la profundización de los conflictos y los personajes. Sin embargo, es difícil esquivar la estigmatización cuando no es algo que llevamos en la conciencia colectiva a la luz de nuestros pensamientos y que podamos extraer fácilmente de las representaciones que surgen del mundo que nos rodea. A esto me refiero cuando digo que la obra carece de definición en cuanto a si es una comedia o es un drama. Y que la tan mentada profundización se queda en la superficie. Los personajes son los mismos desde el comienzo hacia el fin. Inclusive  Federico, el protagonista, que buscaba el reencuentro con su ex después le escapa y se va a Londres, lo que conecta prematuramente con la próxima parte de la saga.
Por otro lado, es imposible olvidarse de tantas obras teatrales, cinematográficas y de otras artes que se vienen produciendo en la actualidad en cuanto al destape del tratamiento del tema de la sexualidad. Particularmente hablando de la homosexualidad (Trío, Trío 2, Homo S@lo (las tres de Gerardo Begerez), Las Llaves de Lucas Santa Ana (donde también actúa y escribe Francisco Ortiz), El cabaret de los hombres perdidos, El Placard y muchas más) y cuestiones de género (la que incluye muchas problemáticas). Sin olvidarme del teatro trans como La casa de Bernarda Alba producida por la cooperativa Artetrans, para dar solo un ejemplo.
Hablar de “temática gay” es meterse en un terreno lingüístico y hasta semiótico que requiere de un espacio más adecuado de discusión. Lo que aquí el grupo teatral propone es válido en tanto espectáculo, y como tal cumple su efecto.

Desde ya, la universalización de los conflictos es bienvenida y es una parte sana de discusión en estos primeros años que nos tocan vivir con un contexto legal democrático  como la Ley de Matrimonio Igualitario y Ley de Identidad de Género. Tanto el teatro como el cine nunca escaparon de ser mediaciones sobre temas de la vida social y “Entre tipos  - Dinastía” también es el caso.


domingo, 13 de octubre de 2013

¿QUE TENDRA LA PRINCESA? de Adriana Arach



Ficha Tecnica:

Actriz: Adriana Arach
Direccion: Bernardo Sabbioni
Dramaturgia: Adriana Arach y Bernardo Sabbioni
Sala:  La Scala de San Telmo


Hacer un monologo no es fácil. Menos aun cuando la monologuista cuenta la historia de su vida. Su infancia, su adolescencia, el primer amor, los padres, la decisión por una carrera universitaria, el primer trabajo, las angustias y los desencuentros, la vuelta al origen. En definitiva, la vida vista con los ojos sobre el pasado.
Adriana Arach es la princesa nacida en cuna sirio-libanesa, de tradición fuerte y perdurable en el tiempo, con papeles establecidos desde hace siglos para cada miembro de la familia. Pero a ella, en realidad, no le toco ser la heredera del trono, sino ser testigo de los laureles ajenos.
En esa vida, tan común como la de cualquiera que provenga de familias tradicionales como las europeas judeo-cristianas, musulmanas u orientales, está muy arraigado el papel de la mujer. Y en esta, en particular, se pasa revista tanto de alegrías como de desgracias, amores platónicos y desengaños.
Esa vida, sin embargo, nos recuerda lo especial de cada una de nuestras vidas y experiencias que nos marcan a fuerza de ley las conductas esperadas y los sueños que alguna vez tuvimos o quisimos tener.
La actuación de Arach tiende a ser materna, por lo que la emoción del relato traspasa el escenario y hace soltar una lagrima sobre el final. Sin embargo, los monólogos suelen ser contados con entusiasmo sin olvidarse la letra. En este caso, el relato se vale de la ayuda de un atril lleno de hojas pesadas que van cayendo a medida que pasa la historia.

En definitiva, la actriz logra su cometido no solo porque llega a la platea sino también porque hace rememorar a esas mujeres de la familia que de niños nos sentaban en el regazo y nos contaban esas historias de vida que, aunque en el ámbito público carezcan de sentido, en lo privado están completamente cargadas de él y llevan su peso con orgullo.