domingo, 23 de septiembre de 2012

EL PRIMER DOMINGO de Beatriz Mosquera


Libro: Beatriz Mosquera
Actúan: Nancy Barbero, Alicia Nieva, Ulises Puiggrós y Sergio Sánchez de Bustamante
Vestuario: Marcela Roig
Escenografía: Maite Corona, Eduardo Peñaloza
Iluminación: ViLo
Fotografía: Leandro Natale
Diseño gráfico: Mario Nieva
Prensa: OCTAVIA Comunicación y Gestión Cultural
Asistencia de dirección: Eduardo Peñaloza
Dirección: Néstor Zacco

















Oportunidades. Decisiones. Elegir nuestro destino.
¿Cuántas veces nos preguntamos por oportunidades para nuestras vidas y añoramos estar alertas para cuando estas se presenten?
Cuantas veces pensamos también en un posible aumento de sueldo, qué haríamos con él, cómo lo invertiríamos o qué nos podríamos comprar si lo obtuviéramos. También nos pueden suceder nuevas posibilidades laborales que signifiquen un salto de estatus social, un cambio de hábitos y costumbres, una baraja nueva de amigos y contactos.
Pero todo tiene su precio. Y hay que estar dispuesto a pagarlo, cualquiera sea este. Pero, en realidad, ¿estamos dispuestos a pagar y aceptar las consecuencias?
El Primer Domingo refleja esa motivación que nos acontece mientras la vida  nos pasa por nuestros ojos. Sin embargo, no todo lo que nos mueve por dentro es de la misma clase. Algunos buscan un chivo expiatorio, a otros les resulta difícil renunciar a lo que tienen (por poco o mucho que sea, es propio). Están los que ambicionan otra vida con más oportunidades y están los que no tienen precio y su conciencia tranquila es más valiosa de lo que muchos puedan ofrecer por ella.
Una propuesta cristaliza esas motivaciones para cada uno de los personajes y desnuda su más crudo ser. Y allí es cuando se pone en marcha la acción de El Primer Domingo, que llega al extremo de cada uno de los personajes.
Excelente reflejo de eso y actuación es Teresa, encarnada por Nancy Barbero. Su voz, su vestuario y postura parecen reales. Le siguen las muy buenas actuaciones  de Sergio Sánchez de Bustamante y Alicia Nieva.
La escenografía es sensata y el vestuario muy acertado. Por otro lado, la iluminación da lugar a dudas y auspicia algún vacio en el relato, en una suerte de voces en off cuando los personajes se dan un chapuzón en la pileta de una quinta. Es curioso que  no se utilice un recurso de remarque de ausencias y presencias. La escenografía también habla.
El Primer Domingo nos propone rever los momentos de la crisis de 2001 en Argentina, cuando en medio de un caos cada uno buscaba el salvavidas que lo mantenga en la superficie para no hundirse en la debacle. Aquí, se nos muestra a un adinerado queriendo sacar provecho de los sueños de progreso y mejor vida de un "eterno" trabajador. Esa posibilidad de nueva vida, ¿podrá ser el detonante que necesitamos para desnudar nuestros deseos mas encarnados?  
Se puede ver El Primer Domingo en el Teatro del Sur, una hermosa sala en Venezuela 2255, Capital Federal, los Sábados a las 20 hs y Domingos a las 18 hs.  
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